Revisamos la pantalla
Tapamos cualquier zona en la que no haya emulsión y no pertenezca a nuestro dibujo. Puedes hacerlo con cinta adhesiva. Hay que prestar especial atención a los bordes de la malla, ya que la emulsión no suele llegar a éstos. También se pueden detectar pequeñas zonas sin emulsión mirando la pantalla a trasluz. Normalmente salen por la suciedad del cristal, ya que cualquier partícula lo suficientemente grande quedará marcada en la pantalla a la hora de insolar.

Tapando-pantalla-01.jpg      

Teniendo ya nuestra pantalla preparada, tenemos que centrarla en el pulpo, brazo o utensilio que utilicemos en relación a la estación (tabla donde colocamos la prenda). Explicaremos como centramos nosotr@s la pantalla en uno de los brazos del pulpo de serigrafía, te valdrá como patrón para desarrollar tu propia técnica.

Centrado de la pantalla en el pulpo
Esta parte requiere especial atención. Consiste en colocar y fijar la pantalla en el brazo del pulpo, de tal forma que quede el dibujo centrado en relación a la estación. Para esto se mide la distancia entre los extremos del dibujo y los bordes de la estación. Tiene que medir lo mismo por cada lado.
También se puede medir desde los marcos de la pantalla a los bordes de la estación. Bajo nuestro punto de vista, no es una técnica fiable, ya que si los marcos son de madera con la humedad se van hinchando y deformando, variando así la forma rectangular de la pantalla.

Es importante que la pantalla quede muy bien sujeta al brazo del pulpo para evitar que pueda moverse.

Colocado de la prenda en la estación de trabajo
Primero se aplica pegamento textil y se deja secar unos minutos. Con una fina capa que cubra la estación es suficiente para varias prendas. No se debe abusar del pegamento, ya que si la prenda se adhiere demasiado hay que tirar mucho de ella para despegarla de la estación y deformaríamos la estampación.

Colocamos la prenda de tal manera que quede centrada con la estación, este paso con el tiempo se acaba haciendo de forma rápida, pero ante la duda de si está o no bien centrada, se puede medir la distancia entre cada lado de la prenda y la estación (tiene que medir lo mismo). Este paso cada un@ lo hace como más cómodo le parece, probar es la mejor manera para saber que técnica se adapta mejor a nuestra forma de trabajar.

Por último hay que medir la distancia entre el cuello de la prenda y la estampación. Dejamos aproximadamente 4 dedos de distancia (esta medida depende del gusto de cada un@).

Es importante que la prenda quede pegada a la estación completamente estirada, cualquier arruga o protuberancia afectaría a la estampación.

Preparación de las tintas
El nivel de espesor de las tintas, lacas en nuestro caso, depende según el color. Por ejemplo, las tintas blanca, roja, amarilla, verde… Son tintas muy densas y eso dificulta la estampación, ya que no se filtra correctamente por la tela del bastidor. Es conveniente diluirlas con un poco de agua del grifo, añadiéndola poco a poco y removiendo con insistencia, hasta conseguir una mezcla ligera. No se debe echar el agua directamente en el bote de la tinta, la mejor opción es tener un recipiente (tipo tupper o tazón) y hacer ahí la mezcla. La tinta sobrante, aunque esté diluida, puede volver al bote sin problemas.

Hay tintas, como la negra, que se pueden aplicar directamente sin diluir, ya que su densidad es muy ligera (aunque también depende la marca de tinta).

También se pueden usar suavizantes textiles para diluir la tinta. Nuestra experiencia con este producto fue negativa, ya que afecta en la cobertura de la tinta, teniendo que aplicar más pasadas para conseguir una buena estampación. Aparte estos suavizantes tienen un coste elevado en relación al precio de un chorro de agua del grifo. Las lacas textiles son tintas a base de agua, con lo cual siempre será mejor diluirlas con agua.

Otro producto que puede mezclarse con la tinta en este paso es el retardante. La característica principal de este producto es evitar, a corto plazo, que la tinta se seque en la pantalla durante la estampación, consiguiendo mayor número de prendas estampadas sin necesidad de lavar la pantalla. Bajo nuestra experiencia, la relación precio-resultados del retardante hace que no merezca la pena. Aparte que tiene el mismo problema que los suavizantes, afecta en la cobertura de la tinta.

Manos a la obra
Teniendo ya la pantalla y la prenda centradas por un lado y las tintas preparadas por otro, nos ponemos manos a la obra con la estampación:

1) Depositamos la tinta en la parte inferior de la pantalla, ayudándonos con una cuchara o paleta. Es conveniente poner bastante tinta, nos servirá para varias pasadas, ahorrándonos así el trabajo de tener que poner tinta en cada estampación, además facilita el deslizado de la racleta y nos asegura una total cobertura.

2) Una vez tengamos la tinta lista en la pantalla, apoyamos la racleta en la malla por detrás de la tinta y sujetándola firmemente se desliza la tinta con la racleta a lo largo de la pantalla, haciendo un poco de presión para que filtre la tinta a través de los poros de la tela. Podemos dar varias pasadas aunque nosotr@s no solemos dar más de dos o tres.

3) Al llegar al final de la pantalla con la racleta debemos hacer un efecto pala, girándola hacia dentro para recoger la tinta sobrante y volver a dejarla en la parte inferior. Para depositar la tinta de nuevo en la pantalla con facilidad, tan sólo debemos presionar la racleta cargada de tinta contra la pantalla firmemente, la tinta quedará en la malla.

4) Levantamos la pantalla de la prenda y revisamos la estampación. Si le hiciese falta otra mano porque no ha quedado bien cubierta (como pasa con la tinta blanca, roja…) o porque han quedado fallos, secaremos la prenda con el decapador (20-30 seg) y repetiremos el estampado.

5) Entre prenda y prenda volveremos a realizar una pasada con la racleta a lo largo de la pantalla, pero sin estar apoyada en la prenda. A este paso se le llama “cargar la pantalla”, lo hacemos para que no se sequen los restos de tinta en la malla taponando los poros de la tela, La explicación es que al haber más tinta metida en los poros es más difícil que se seque. Los factores que propician el secado de la tinta pueden ser variados como: Calor, sequedad ambiental, propiedades de la tinta, corrientes de aire…

6) Una vez acabada la prenda, se retira de la estación con cuidado y se deja secar al menos 24 horas.

7) El resultado de la estampación puede ser de ayuda para saber si la tinta se está secando en la pantalla o no. Observa si hay trazos o partes del dibujo que no hayan quedado estampadas o salgan más finas. Si es así, es porque hay tinta obstruyendo los poros de esas zonas. Para no tener que desmontar y lavar la pantalla, es muy útil tener un cubo de agua con una esponja cerca; Con la pantalla descargada de tinta frotamos primero la cara interna de la pantalla con la esponja humedecida (sin jabón), insistiendo en las zonas secas de nuestro dibujo. Seguidamente hacemos lo mismo por la cara externa, hasta ver que la zona se despeja de tinta. Secamos bien la pantalla y volvemos a estampar. Si la zona seca es muy pequeña y el resto del dibujo está intacto, podemos limpiar de la misma forma sólo esa zona para ahorrar trabajo y tiempo.

Es importante centrar rápidamente la prenda para la próxima estampación. Ya que cuanto más tiempo pase, más se secará la tinta en la pantalla.


Serigrafía Libertaria 2020

  • Tarifas Especiales