Una vez acabado el trabajo de serigrafía, tan sólo nos queda lavar y limpiar el material utilizado en el taller.
Lavado y limpieza de la pantalla
Se retira la máxima cantidad de tinta de la pantalla con una cuchara o paleta (esa tinta puede volver al bote de pintura para reutilizarla). Seguidamente aplicamos agua y frotando, con ayuda de una esponja enjabonada, retiramos todos los posibles restos de tinta que hayan quedado. Es importante insistir en el dibujo, pueden quedar restos de pintura entre los poros. Cuando ya no quede nada de tinta en la pantalla, la dejamos secar y estaría lista para ser utilizada de nuevo.
Si aparte queremos borrar por completo el dibujo de nuestra pantalla, una vez retirada toda la tinta, con ayuda de un pulverizador aplicamos “recuperador” por las dos caras de la pantalla, asegurándonos de que toda la superficie queda bien cubierta. A los pocos segundos veremos como la emulsión empieza a deshacerse, debemos dejar el producto actuar unos 2 o 3 minutos. Transcurrido ese tiempo, frotamos los dos lados de la pantalla con la esponja y enjuagamos con abundante agua, veremos que la malla queda limpia y sin restos de emulsión. Al terminar este proceso lavaremos bien la esponja, ya que si quedaran restos de recuperador en ella, la siguiente pantalla que frotemos se vería afectada.
*Nota: Es importante que lavemos las pantallas inmediatamente después de estampar y frotemos bien durante el proceso. La tinta que pasa por nuestro dibujo, inevitablemente, tiñe la malla y si se va acumulando/secando quedarían marcas que pueden afectar a la hora de reutilizar la pantalla. A estas marcas se les llaman “fantasmas”. Existe un producto que les elimina por completo, pero es altamente tóxico y químico 100%, lo mejor es prevenir limpiando bien las pantallas nada más terminar el trabajo.
Cuidado del material
Al igual que hemos hecho con la pantalla, retiramos la máxima cantidad de tinta de la racleta, cuchara y del recipiente, retornándola al bote de pintura. Seguidamente se les aplica agua y frotando con una esponja enjabonada retiramos todos los posibles restos de pintura.
En la racleta prestar especial atención con la tinta que pueda quedar en la junta de la goma y el mango.